Esta noche pasada, cercanas las cinco de la madrugada, un golpe me despertó de tu lado. Desconocía qué ocurría. Me levanté de la cama. Tú dormías ajeno a todo...
Anduve por el frío suelo del piso hasta el salón. A través del ventanal, en silencio, a oscuras, pude ver los toldos agitarse bajo un vendaval frío. El aire rugía con fuerza en la calle.
Regresé al dormitorio y volví a cobijarme bajo las mantas, abrazada a ti.
Fuera hacía frío...